martes, 4 de abril de 2017

Es una costumbre,
es algo aprendido,
alzar la vista al tiempo.

Mañana, y mañana, y mañana...

Se ve cielo azul en su reflejo.
Nada me pesa; hoy vuelo.
Me asomo a la ventana, 
veo el buen azul,
las nubes pluriformes...
El día me sonríe
y yo me dejo hundir en su boca.

Mañana, y mañana, y mañana...

Parece que va a llover.
Promete la tierra convertirse en barro,
temen mis pies caminar por él.
Me asomo a la ventana,
veo un buen azul,
las nubles pluriformes...
Me quedo mirando al día,
pienso:
<Con esto me basta> 

Mañana, mañana...

Parece que va a llover.
Quiere el río beber de ese agua,
teme mi calor que anegue mi piel.
Me asomo a la ventana,
casi con los mismos ojos
con los que lo hice ayer,
y veo un buen azul,
las nubes con sus múltiples formas...
Me quedo mirando al día,
pero pienso:
<hoy no es suficiente>

Será, que yace mi cuerpo helado bajo el río.
Será que es esto barro lo que pisan mis pies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario